Incorporación y participación de las mujeres en la arqueología chilena, décadas del ’60 al ’80

En la arqueología chilena ha existido una tardanza respecto de la mujer como sujeto de enunciación, cuestión que se percibe en los escasos trabajos existentes con enfoque de género. Así, en la práctica arqueológica ha predominado una visión parcial, y limitada a un grupo de interés. Desarrollar otras miradas que permitan dar entrada a sujetos que han sido tradicionalmente invisibilizados, tales como mujeres, niños, ancianos, entre otros, resulta un imperativo ineludible en el mundo actual.

Un primer paso para visibilizar la experiencia de mujeres es el que planteamos como objetivo del proyecto: caracterizar el proceso de incorporación y participación de las mujeres en la arqueología chilena durante la etapa de institucionalización de la disciplina, correspondiente a las décadas del 60 al 80. Estudiar la etapa de institucionalización de la arqueología en Chile permite adentrarse en años relevantes para la conformación de la disciplina en la actualidad, así como dar cuenta de procesos históricos generales importantes en relación a la historia de las mujeres. Para ello proponemos realizar una caracterización de la etapa de institucionalización de la arqueología en torno a las universidades, así como la experiencia universitaria y el imaginario en torno a la vida profesional de las arqueólogas que se incorporaron a la disciplina durante esta etapa.

A partir de esto se pretende identificar las dificultades que estas mujeres debieron enfrentar, la existencia de marcos institucionalizados o no de violencia hacia la mujer, entre otros. Pretendemos situar estas experiencias desde una perspectiva de género y feminista, que posibilite un punto de vista situado sobre la reflexión más amplia de la relación entre mujeres y ciencia.

Las fuentes tradicionales de la historiografía arqueológica nacional no recogen la participación de las mujeres, sus motivaciones, reivindicaciones o expectativas. Es por esto que el eje fundacional de nuestro trabajo será el testimonio de las arqueólogas y pensamos que una narrativa novedosa para relatar estas vivencias la constituye lo audiovisual, entendido como un producto que tuviese “vida propia” y que a la vez sirva de medio que facilite la difusión de las experiencias de las entrevistadas hacia un público más amplio.